Hoy comienzo a soñar, despacito.
No es un sueño nuevo, debo admitirlo, es más bien un tímido sueño postergado por cientos de excusas y también unas cuantas razones de peso, pero sueño al fín que habiendo retomado sus fuerzas, se hace cada día más presente.
Hablo de la aventura de emprender un viaje, un largo viaje un moto.
No es un viaje loco ni una aventura tremenda, pero ello no detrimenta en nada sus alcances que en la medida de mi experiencia serán tremendos.
Los meses han pasado desde el lejano verano del 2014 y los planes han abarcado de todo: Ushuaia, Norte argentino, Norte Argentino-Chile-Perú-Bolivia-Paraguay-Brasil (Ja!)-Viña del Mar-Bariloche-Mendoza por ruta 40, Córdoba, Uruguay por Ruta 14… Ha habido de todo, todo lo que pueda circunscribirse a mi licencia anual, aunque claro, pasarme toda la licencia viajando no es una opción muy viable por temas familiares, lo más razonable será un viaje de entre 7 y 12 días, ello implica considerar seriamente la ruta a Bariloche y Mendoza o a Viña del mar, como recorridos largos, o un itinerario mediano, Córdoba-Mendoza o como última posibilidad, recorrer Uruguay, que tampoco es poca cosa. Veremos que pasa.
Arlequina espera tranquila en el estacionamiento, guardada por ahora, disfrutando de alguna aventurilla ocasional.
el viaje de darwin 